Puede que te hayas encontrado con ofertas irresistibles en un swap-meet o en un sitio desconocido de Internet donde te ofrecen un cosmético o una fragancia a un costo menor que en una tienda de prestigio.
La oferta es tentadora. Pero antes de que desperdicies tu dinero en comprar un producto barato, ten esto en cuenta: puede ser una copia pirata.
De acuerdo a información publicada por el FBI en conjunto con el National Intellectual Property Rights Center (IPR), al comprar copias piratas de cosméticos y fragancias no solo estás comprando algo que no es original, sino que además podrías estar poniendo en riesgo tu salud.
Riesgos de salud por productos de belleza piratas
El dicho lo barato sale caro aplica muy bien a los cosméticos y fragancias piratas.
El ahorro de esa compra te podría costar cientos de dólares en tratamientos médicos debido a los efectos secundarios por usar productos piratas.
Los riesgos de salud que presentan estos productos son muchos.
Los cosméticos piratas contienen químicos que pueden causar cáncer y otras enfermedades como acné, ronchas e infecciones en los ojos.
Las fragancias piratas también contienen carcinógenos, y además se han encontrado rastros de orina y otras substancias que causan ronchas en la piel.
Pirata a la vista
Hay algunas características que indican que un producto podría ser una copia pirata.
Es importante reconocer estos indicadores para evitar comprarlos, incluso cuando significan un ahorro en tu bolsillo.
El empaque es un poco diferente al de la marca auténtica (diferente color o tipo de letra).
El producto se promueve como una “edición limitada” aunque el fabricante no venda este tipo de ediciones.
El precio es bajo o demasiado bajo.
En cosméticos, la consistencia o textura del producto no se ve o se siente como si fuera uno original.
En fragancias, el aroma y color pueden ser diferentes al original.
Se venden en lugares como swap-meets, kioscos de centros comerciales o por Internet.