4 de setiembre de 2018

Pandilleros Asesinan a Pareja en la Puerta de Su Casa

Investigación envía a 12 pandilleros a la cárcel

Collage showing a handgun and the wooded area where the gun was buried by gang members who used it to murder a robbery witness and his wife in the Charlotte, North Carolina area on October 23, 2014.

La noche del 23 de octubre de 2014, Douglas y Deborah London, del condado de York, Carolina del Sur, al otro lado de la frontera con Carolina del Norte, estaban viendo televisión en su casa cuando sonó el timbre. Deborah abrió la puerta, y un hombre que estaba afuera le disparó un tiro a la cabeza y después le disparó a su marido varias veces. Su hijo adulto, que también estaba presente, hizo una llamada frenética al 911, pero la pareja murió en el piso de su casa.

Cuando la Oficina del Sheriff del Condado de York comenzó a investigar el doble homicidio, le pidieron ayuda a la oficina local del FBI de Charlotte.

Descubrieron una red de violencia más allá de lo que se esperaba

En los meses posteriores al acontecimiento, el equipo de investigación de agentes especiales del FBI y oficiales del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg descubrieron una red de violencia que se extendía a través de las líneas estatales y más allá de las celdas de la prisión local.

Resultó que los London habían sido un blanco específico: eran dueños de una tienda de colchones en Pineville, Carolina del Norte, que tres hombres habían robado a punta de pistola cinco meses antes. Jamell Cureton, el líder de Valentine Bloods – una pandilla local que a su vez forma parte de la pandilla nacional y extremadamente violenta de United Blood Nation (UBN) – entró a la tienda y apuntó con su arma a Douglas London, quien tenía su propia arma. Los dos intercambiaron disparos, y Cureton fue golpeado. También estaban en la escena ese día Nana Adoma, el vigía que estaba justo a un lado de la puerta; y David Fudge, el conductor designado que esperaba en el auto, afuera.

Los tres escaparon y llevaron a Cureton a un hospital, pero los tres fueron puestos bajo custodia poco después por la policía local y enfrentaron cargos estatales.

¿Por qué atacaron a los London?

Al darse cuenta de que Douglas London era el único testigo que pudo identificarlo en el robo a la tienda de colchones, Cureton, que estaba en custodia estatal en ese momento, discutió la "eliminación" de London con otros miembros de pandillas a través de una serie de llamadas telefónicas, cartas y visitas en persona.

El miembro de Valentine Bloods, Malcolm Hartley, iba a ser el asesino. Fue llevado a la casa de los London por su compañera, que al igual formaba parte de la pandilla, Briana Johnson, tocó el timbre de la pareja y los asesinó a ambos a sangre fría. "Y luego", dijo el agente especial del FBI Chad Pupillo, "Johnson lo llevó de regreso a Charlotte, donde se reunieron con otros miembros de la pandilla, se deshicieron de las pruebas, enterraron el arma homicida y celebraron los asesinatos de las víctimas".

Después de los asesinatos, Cureton envió una carta desde la cárcel a un confidente explicando que había ordenado el asesinato de Douglas London y describió a Deborah London como "daño colateral". También ordenó a la pandilla que guardara silencio sobre los asesinatos y acciones autorizadas, es decir, violencia, contra cualquiera que haya hablado o hablara de ellos.

Una investigación compleja para encarcelar a los criminales

La investigación conjunta federal/local sobre el asesinato de los London y las actividades criminales de los Valentine Bloods fue compleja e involucraba órdenes de cateo de residencias, cuentas de redes sociales, teléfonos y celdas de prisiones, así como citatorios para registros financieros, registros telefónicos, registros de visitas a la cárcel y correo. Explicó Pupillo, "Los asesinatos de los London, que recibieron una gran cobertura mediática, fueron particularmente alarmantes para los miembros del público. Tuvimos que identificar a estos criminales violentos y sacarlos de las calles lo más rápido posible".

Un descubrimiento vital de los investigadores fue el arma utilizada para matar a Douglas y Deborah London; el equipo de evidencias del FBI y otro personal del FBI de Charlotte la localizaron y la sacaron del suelo en una zona boscosa no lejos de la residencia de un pandillero. Durante la investigación, las fuerzas del orden público también pudieron recopilar pruebas suficientes para resolver otro asesinato relacionado con los Bloods, este de 2013, en el que estaba involucrado un adolescente que afirmaba falsamente ser un miembro de la pandilla. Esto, al parecer, era una ofensa que ameritaba ejecución, por lo que Cureton ordenó el asesinato. Luego, el joven fue atraído a un parque público y fue fusilado por Adoma y su compañero Ahkeem McDonald, quien posteriormente también estuvo vinculado a los asesinatos de London.

El FBI busca acabar con los crímenes violentos de pandillas

Un total de 12 personas fueron acusadas a nivel federal por conspiración de crimen organizado centrada en los asesinatos. Todos han sido condenados en juicio o se han declarado culpables, y seis de los acusados han recibido cadena perpetua sin libertad condicional, incluyendo a Cureton y a Hartley, mientras que los acusados restantes han recibido sentencias de entre 13 y 30 años de prisión.

El FBI no piensa frenar su esfuerzo. "Al mismo tiempo que el FBI y sus socios estaban trabajando en este caso", dijo Pupillo, "también estábamos trabajando en una investigación mucho más amplia de seis años que involucraba a otro barrio de UBN que resultó en la acusación de 83 miembros de la pandilla".

Cómo contactar al FBI

Si tienes información sobre actividades relacionadas a pandillas, comunícate con tu oficina local del FBI, llama al 1-800-CALL FBI (225-5324), o presenta una queja en línea en el Centro de Quejas de Crímenes por Internet del FBI en https://tips.fbi.gov/.


Nota: La versión en inglés fue publicada originalmente el 30 de julio de 2018.