
Justin Stouder estaba en su patio apuntando un rayo láser a una torre lejana una tarde en abril de 2010 cuando un helicóptero de la policía apareció en el cielo, a más de una milla de distancia.
Stouder, de 24 años, no tenía idea que su decisión de apuntar el rayo láser al helicóptero era un delito mayor a nivel federal. Tampoco sabía que el rayo de luz podía tener consecuencias serias para el piloto y su tripulación.
Las autoridades inmediatamente mandaron patrullas a su hogar, donde fue arrestado. El incidente fue captado en un video tomado desde el helicóptero de la policía (en inglés).
Un puntero láser “es el equivalente a que alguien encienda el flash de una cámara en tu cara mientras manejas en una noche totalmente oscura”, dijo el oficial Doug Reinholz, de la policía metropolitana de St. Louis, quien piloteaba el helicóptero la noche que Stouder iluminó la cabina con su puntero láser verde.
Un delito serio
Interferir con la operación de una aeronave es un delito federal que conlleva un castigo máximo de 20 años de prisión y una multa de $250,000. Pero a pesar de esto, los incidentes con punteros láser han aumentado desde 2004, cuando el FBI y la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) comenzaron a mantener registros:
En 2009 se registraron 1,489 incidentes.
En 2010 se registraron 2,836 incidentes.